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Quiero ser libre

Mi mala experiencia con la comida en New Delhi

Dónde no comer en Nueva Delhi

Bueno, la India es un país maravilloso, dicen. Y lo cierto es que es tan extenso casi como un continente entero. En todo este vasto espacio te puedes encontrar de todo, desde maravillas naturales hasta mastodónticas ciudades. Sin embargo, de lo que quiero hablaros hoy es de algo menos trascendental que todo eso: de la mala experiencia que tuve con la comida en New Delhi.

¿Dónde comer en New Delhi o… dónde NO comer?

El caso es que yo soy muy del tipo de los que prefieren mucho antes adentrarse en la cultura local y probar la comida a pie de calle. Claramente, disfruto más de mis viajes cuando me mezclo con la gente local y voy a comer a los mismos sitios que lo hacen ellos. Esto lo hago siempre que puedo y tengo la posibilidad, sin excepción.

Obviamente, en la India no iba a actuar de forma diferente, por lo que me lancé a la aventura de la degustación de comida local. Bueno, más bien, tenía hambre, simplemente. Así que, me fui a buscar algo de comer.

Me encontraba en pleno barrio de Paharganj, en pleno corazón de Nueva Delhi, cuando encontré algún que otro sito para comer a pie de calle. Y, sin más dilación, me dispuse a probar la comida de la India tal y como lo hace la gente local que va a comer fuera de casa. Y no puedo hablar mal de la experiencia. Todo fue bien. Pero no acaba aquí la cosa.

El caso es que, no recuerdo cuánto tiempo pasó, si una tarde o unos días, me empecé a sentir mal de verdad. Sí, claramente: me dio una diarrea tremenda que casi me tiene fuera de juego una semana. Perdí un montón de peso y pasé mucho tiempo en la habitación del hotel. Fue una experiencia tremenda…

Comida callejera en New Delhi vs restaurantes para turistas en New Delhi

Tras esto, decidí que algo había que cambiar. Yo ya tenía una buena experiencia como viajero intercontinental. Bebo agua embotellada y todas estas cosas, con lo que, en principio, no había realizado ninguna imprudencia.

Sin embargo, como no sabía qué me había pasado exactamente (y lo mal que lo había pasado), decidí dejar de comer en lugares de «dudosa» calidad para irme a comer a los típicos restaurantes hechos para turistas. De esos en los que nunca ves gente autóctona. Estos restaurantes son bastante más caros que los otros, tienen comida occidentalizada y están poblados de viajeros.

Y así pasé el resto de mis días en la capital de la India, Nueva Delhi, comiendo como un turista más en una de esas terrazas-restaurante que coronan los edificios del centro de Paharganj. Mirando a la gente pasar, a lo lejos, en la calle. Como pequeños insectos que se movían al son de sus congéneres, esquivándose abruptamente o haciendo sonar el claxon de sus rickshaws de forma incesante.

Entonces, conforme pasaban los días, me iba olvidando del tema. Pero, a pesar de esto, todo se me fue haciendo más claro. Y es que, quizá la culpa no era de la comida callejera de Nueva Delhi.

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Cuidado con el Chai Tea

De repente, mis sospechas se volvieron hacia otra cosa: el famoso y omnipresente té Chai. Este té Indio se prepara con leche. Y entonces, me vinieron a la cabeza las palabras de un amigo: «La leche que no ha sido bien tratada puede transmitir las mismas enfermedades, o peores, que el agua contaminada». Y pensé: «Yo, aquí, en la India, había tomado té Chai. Y el té Chai tiene leche».

Y claro, teniendo en cuenta la falta de higiene tan grande que hay en New Delhi, no me quedó más que llegar a una conclusión: la leche del té Chai me había sentado mal.

Pero lo peor de todo es que, ya desde aquellos días, yo no bebía leche. Ya era vegano. Sin embargo, me vi en alguna situación protocolaria en la que no me atreví a rechazar un té Chai.

De hecho, yo estaba en la India por motivos de negocios. Y los que me ofrecieron el té Chai eran los tipos con los que yo quería cerrar esos negocios. El caso es que me parecía que podía ofenderles el hecho de que yo rechazara un ofrecimiento de té, motivo por el que acepté. La verdad es que hoy en día no aceptaría ni por esa razón. Pero eran otros tiempos.

En conclusión, tened cuidado con la higiene en la India y, si sospecháis que una bebida o comida puede no haber sido elaborada bajo unas condiciones higiénicas adecuadas, mejor no la aceptéis. Mejor cuidar la salud (y no pasarse los días en la cama) que hacerse pasar por viajero intrépido aventurero.

Así que, en esta entrada quizá no te cuente dónde comer en New Delhi, sino más bien te digo dónde no comer.

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