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Quiero ser libre

Cómo empezar a ahorrar dinero: los métodos y trucos que yo sí uso

Como comenzar a ahorrar dinero

El ahorro es una poderosa fuerza, tan silenciosa como efectiva, de labrar un camino hacia la libertad que estará condenado al éxito. Quitarle importancia supone un error capital. Muy al contrario, debemos cultivar una estrategia de vida que incluya esta virtud. Para ello, hoy quiero contarte cómo empezar a ahorrar dinero con algunos métodos, trucos y formas que conviertan el ahorro en un hábito saludable para tus finanzas.

Ver también: las ocho etapas de la libertad financiera.

Trucos, estrategias y consejos para empezar a ahorrar dinero

Como bien ya sabrás, el dinero no crece de los árboles. Muy al contrario, hacer crecer nuestra cuenta corriente supone un gran esfuerzo y trabajo de nuestra parte, sobre todo cuando se parte de la nada o se tiene muy poco.

Sin embargo, muchas personas suelen tener problemas para ahorrar dinero, ya sea porque ganan poco o, simplemente, porque gastan demasiado. Otras personas, como yo, buscamos optimizar nuestros ingresos, de forma que nos ayuden a poder vivir del dinero ahorrado algún día.

Sea cual sea tu caso, seguramente te venga muy bien conocer algunos de los consejos y trucos para ahorrar dinero que yo mismo he probado y sigo usando y que me han hecho ahorrar miles de euros a lo largo de los años.

Mi consejo: crea tu propia estrategia.

Crear tu propia estrategia a partir de los métodos más habituales es la forma más inteligente de ahorrar. ¿Por qué? Porque muchos métodos te van a parecer absurdos o ridículos, aunque puede que otros resuenen en tu interior. Así que puedes empezar probando esos para luego crear los tuyos propios. Sin más, vamos a ello.

Haz un registro exhaustivo de tus gastos para empezar a ahorrar dinero

Ninguna estrategia te va a llevar muy lejos si no eres capaz de identificar en qué gastas el dinero. Y créeme, cada persona es un mundo. Los hay a los que se les va el dinero por compras pequeñas pero constantes. Otras personas son más de gastar poco, pero cuando compran, les gusta lo mejor, así que se gastan mucho dinero en pocas cosas. También los hay que compran cosas que no necesitan o los que están pagando por servicios que ni siquiera usan.

Así que esta estrategia te ayudará a darte cuenta de dónde está tu problema. Por lo general, aunque creemos controlar nuestro flujo de dinero, nos sorprendemos cuando vemos delante de nuestros ojos cuánto dinero se nos está yendo en determinados gastos a lo largo del año.

Por lo tanto, llevar un registro de tus gastos te va a ayudar mucho a ahorrar, pero se necesita un proceso profundo de autocrítica al ser conscientes de ciertos comportamientos o creencias que tenemos que nos están creando un auténtico agujero en nuestros ahorros.

Evita la compra impulsiva esperando 24 horas o más o, directamente, «olvidando»

Sin duda, creo que este método es uno de los más efectivos para muchas personas. Si te das cuenta, hay veces en que compramos algunos objetos, bienes o servicios sin ser del todo conscientes, desde el punto de vista racional, de si los necesitamos o no. Llega un momento en que nuestro pensamiento está más invadido por la necesidad emocional impulsiva de creer que necesitamos algo cuando en realidad no es así.

En los casos en los que esto se da, no hay nada como «desconectar» de la situación, apartándonos todo lo posible de ella, especialmente cuando te encuentras cerca del proceso de compra. Lo mínimo que deberías dejar pasar son 24 horas, pero si eres capaz de dejar el asunto de lado una semana, mejor.

Solo entonces podrás valorar en su justa medida si aquello que ibas a comprar era fruto de una necesidad real o era algo que no iba a aportar realmente nada a tu vida. Personalmente, esta estrategia es una de mis favoritas para evitar la compra compulsiva y, consecuentemente, ahorrar dinero.

Ahorra un porcentaje de tu sueldo cada mes

Este consejo es uno de los más habituales porque, sencillamente, funciona. Y no es tarea fácil, al menos al principio, ya que es como si cobrases menos cada mes de forma repentina, lo que te obliga a replantearte tu estilo de vida y a tomarte más en serio las cosas.

El porcentaje debes decidirlo tú después de saber cuánto gastas y cuánto puedes ahorrar. Si quieres, al principio puedes ahorrar entre un 10 % y un 15 % de tu salario y, si te parece que puedes estirarte más, llevarlo a niveles mucho más altos. Lo que sí deberías intentar es no bajar de esa cantidad pase lo que pase (salvo castástrofe).

En lo personal, ahorrar un 15 % me resultaba muy poco para conseguir mi objetivo, con lo que siempre suelo ahorrar un porcentaje mucho más grande.

¿Dónde ahorrar ese dinero? Pues puedes enviarlo a una cuenta de ahorro (esto yo no lo hago), a otro banco o a una plataforma de inversión para que el dinero trabaje para mí, la cual es mi forma favorita. Por otra parte, nunca viene mal disponer de cierta cantidad de dinero en efectivo.

Márcate un objetivo claro

Tener una meta y una razón para conseguirla es la mejor forma de encontrar la motivación y energía necesarias para poder llevarla a cabo. ¿Por qué quieres ahorrar? ¿Qué te mueve? ¿Cuánto dinero necesitas? Las respuestas pueden ser muchas y variadas: por seguridad ante imprevistos, para elevar mi nivel de vida, para la educación de los hijos, para unas vacaciones, para arreglar la casa, etc.

En mi caso, mi motivación para ahorrar viene dada por el objetivo de conseguir la libertad financiera. Es decir, mi proceso consiste en trabajar, ahorrar e invertir, y todo ello para poder generar las rentas suficientes como para vivir de ellas el resto de mi vida.

Créeme, cuando tienes un objetivo semejante, todo cobra sentido y se hace mucho más fácil. En cambio, cuando no tienes una meta parece que entran más en juego pensamientos del tipo: «¿Para qué voy a ahorrar si la vida son dos días?», «Me da pereza ahorrar» o «No necesito tanto dinero».

Contrata servicios más baratos

Hay mucha gente que sigue pagando altos precios por las compañías más populares o antiguas de internet, teléfono, electricidad, seguros, etc.

La realidad es que en este mundo cambiante nuevas compañías aparecen cada cierto tiempo con precios que mejoran los de las compañías más establecidas. Por ejemplo, yo mismo desde 2008 llevo experimentando lo que es contratar el servicio de teléfono con este tipo de compañías, las cuales suelen cobrar mucho menos que las clásicas.

El resultado de ahorro podría ser algo así como, al menos, más de 3000 euros en 12 años. Ahora haz un ejercicio mental y piensa qué pasaría si buscaras compañías que ofrezcan mejores ofertas de seguros de vehículos, hogar, electricidad, internet, etc. ¿Cuánto podrías ahorrar? Es más, ¿necesitas una conexión de fibra? Yo hace años decidí que el ADSL era suficiente, y no he necesitado en ningún momento más velocidad.

En resumen, antes de contratar una compañía, haz una investigación de mercado y trata de averiguar los precios actuales. Y con los servicios que ya estás pagando, haz lo mismo. ¿Puedes encontrar algo más barato?

Compra objetos de segunda mano o cuando ya no estén de moda

Sí, no estoy loco. Te sorprenderían los smartphones impresionantes que he llegado a comprar en páginas como eBay o Wallapop. Pues esto lo puedes aplicar a un montón de cosas, como routers, bicicletas, microondas, etc. Ahí fuera hay un montón de gente que ya no necesita algo que tú sí quieres. Cada uno tiene sus circunstancias y, a veces, vender algo barato es mejor que quedártelo y no usarlo, ocupando espacio y llenándose de polvo.

Así que, antes de comprar algo, ¿por qué no echas primero un ojo en las tiendas de segunda mano? Puedes ahorrar un montón de dinero, hazme caso.

Y lo mismo podemos aplicar a esas marcas que acaban de sacar un producto al mercado, cuyo precio puede ser estratosférico. Pero ¿qué pasa cuando miras el precio de ese producto un año después? ¿Y dos? El precio se desplomó. ¿Qué pasa, ya no vale? Sí que vale, y tanto. Solo que, en ese momento, ya hay mejores pero ¿de verdad necesitas lo último de lo último? Piénsalo y ahorra.

Prueba un producto antes de comprarlo

A veces estamos entusiasmados con un nuevo producto que ha salido al mercado. Creemos que lo necesitamos y que nuestra vida cambiará cuando lo tengamos. Sin embargo, muchas veces nos damos cuenta de que no era para tanto.

Por eso, aunque no es uno de los métodos de ahorro más populares, a mí me ha funcionado que al probar el artículo, al poco tiempo se me pasó el ansia por tenerlo. Como ejemplo, me acuerdo del Samsung Galaxy S7 que salió hace años. Lo probé en una tienda, me gustó, pero luego me di cuenta de que no lo necesitaba (y menos al precio que tenía).

No te endeudes

Sobre todo, no te endeudes. Si quieres comprar algo, hazlo al contado. Piensa que si quieres un producto y no tienes el dinero es que no puedes permitírtelo. Sabia decisión es pagar las cosas al contado.

Establece un mes sin gastos

Es una técnica que nunca he probado de manera consciente, pero que sí que he experimentado casi sin darme cuenta como consecuencia de épocas de ahorro bastante extremo. Es una sensación increíble mirar tu extracto bancario y ver que no has tenido gastos durante todo un mes (más allá de alguna factura de agua, luz, etc).

Obviamente, para llevar a cabo este método de ahorro debes tener los alimentos y productos de primera necesidad ya comprados antes de empezar el mes. No obstante, entiendo que a algunas personas les pueda costar llevar esta técnica a la práctica, con lo que se puede empezar por tener 15 días sin gastos o una semana.

Y estos han sido mis métodos para comenzar a ahorrar dinero que uso en mi día a día y que creo que son efectivos. He visto muchos otros métodos, pero, sinceramente, a mí me parecen un poco ridículos y poco efectivos. Eso sí, quizá tú prefieras otras formas de ahorrar dinero, ya sea por tu situación personal, tu propia forma de ser o, simplemente, porque tengas otros objetivos.

¿Cuáles son los métodos que tú usas para ahorrar dinero? Cuéntamelo abajo.

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