Conoce las 8 etapas de la libertad financiera y planifica tu vida pensando en un bonito retiro a una edad temprana. ¿En qué fase te encuentras?
Siempre me gusta la metáfora de la escalera para hablar de la libertad financiera. Denota esfuerzo para subir y un recorrido vertical hacia algo que se encuentra más elevado.
Y, si bien es verdad que el dinero no es lo más importante de la vida, no podemos negar que forma parte de la base de las necesidades humanas, a través de la cual podemos construir nuestras metas más elevadas.
Ser financieramente libre no es la vía al ocio total o a no hacer nada. En realidad, es la llave de la puerta de las actividades que nos pueden hacer personas más felices, elevadas y filantrópicas. Por eso, cultivar una estrategia para alcanzar este fin puede ser una buena forma de enfocar los objetivos de nuestra vida.
Las 8 etapas de la libertad financiera
Dicho esto, vamos a entrar en materia viendo cuáles son las etapas de la libertad financiera que debemos tener en cuenta si estamos dispuestos a subir esta fascinante escalera hacia nuestra realización personal en esta vida.
Etapa 1: gastar todo lo que se gana
En la primera etapa de la libertad financiera se gana dinero… pero se gasta todo. Generalmente, se tienen problemas para llegar a fin de mes y, probablemente, se tienen deudas que impiden llevar una vida más desahogada.
Por lo tanto, es capital en esta etapa tratar de establecer un plan de ahorro que permita cancelar todas las deudas lo más pronto posible. Además, sería necesario tomar acción para tener un fondo de emergencia para gastos imprevistos.
Como vemos, en esta etapa inicial de la libertad financiera se vive con lo justo para sobrevivir.
Quizá, para salir de esta etapa te venga bien saber cómo empezar a ahorrar dinero con unas estrategias que yo mismo sigo.
Etapa 2: poder dejar el trabajo durante unos pocos meses
Para llegar al siguiente peldaño de la escalera de la libertad financiera primero tendremos que haber puesto en marcha el buen hábito del ahorro. Como resultado, habremos podido ser capaces de ahorrar una cantidad suficiente de dinero que nos de la seguridad de poder sobrevivir a una hipotética pérdida del trabajo.
Así, gracias a nuestros fondos podremos sobrevivir sin demasiados problemas hasta encontrar otro trabajo.
Otra forma de medir esta fase es pensando si el dinero ahorrado nos daría para unas vacaciones de varios meses en otro país. Si la respuesta es sí, entonces ya te encuentras en la segunda fase de la libertad financiera.
Obviamente, el objetivo de estos planteamientos no es el de dejar el trabajo, sino todo lo contrario para seguir avanzando en nuestro camino. No obstante, da seguridad saber que se dispone de dinero suficiente para sobrevivir a este tipo de situaciones.
Etapa 3: vivir felizmente mientras se puede seguir ahorrando
Una de las premisas que buscamos al acumular riqueza es la de codearnos con la felicidad. Y hay que tener tan claro que el dinero no da la felicidad, como que codearse con ella depende de haber establecido una base de estabilidad financiera.
Así, en esta etapa tendremos unos ingresos suficientes como para vivir con todas las comodidades que necesitamos, mientras somos capaces de seguir ahorrando para acumular más riqueza.
En el caso de que quisiéramos mejorar nuestro estilo de vida con el excedente mensual, podríamos perder la posibilidad de alcanzar la libertad financiera, por lo que deberíamos descartar esa posibilidad y seguir ahorrando.
Etapa 4: tener libertad de tiempo
Entrar en esta fase te permite disfrutar mucho más de la vida porque podrás estar en sintonía con tus hobbies o tus propósitos en la vida. Aquí se ha podido llegar a un punto de ingresos pasivos que te puedan otorgar cierta libertad de movimientos. Una buena cartera de inversión, un negocio que puedes dirigir con cierto desapego o alguna renta proveniente del alquiler de un inmueble podrían ser catalizadores de ello.
Como consecuencia, al llegar a esta etapa se puede pasar más tiempo con la familia o los amigos, viajar o dedicarse a las pasiones personales que siempre estuvieron pendientes.
Etapa 5: poder hacer un retiro básico
Pensar en hacer un retiro básico a base de los ingresos que se van generando sin nuestra intervención (o casi), es una idea muy tentadora que aparecerá cuando nos encontremos cercanos a esa situación.
Sin embargo, no estamos hablando de un retiro con todas las de la ley, sino más bien la opción de dejar de trabajar a cambio de vivir con ciertos límites. Entre ellos, podemos citar la posibilidad de cambiar de país a uno con un nivel de vida más bajo, en el cual nuestros ingresos, aún insuficientes para vivir con holgura en nuestro país de origen o residencia, nos permitirían una vida relativamente cómoda en otra nación más humilde.
También, podemos considerar la posibilidad de no trasladar nuestra residencia pero vivir con ciertas restricciones, como reducir las salidas a bares y restaurantes, viajes, etc.
Todo dependerá de nuestras prioridades, nuestros vínculos, nuestras capacidades y, como no, nuestras ganas de vivir nuevas aventuras.
Por supuesto, en esta etapa también podemos plantearnos si preferimos aumentar nuestro nivel de vida a cambio de trabajar algunos años más o bien renunciar a esta posibilidad y priorizar nuestra libertad.
Etapa 6: retirarte sin restricciones
En este caso, estaríamos hablando de que habríamos logrado subir un peldaño adicional de la escalera de la libertad financiera y nuestro retiro ya no tendría que incorporar restricciones.
Si en el paso anterior era necesario incorporar a nuestro retiro una serie de requisitos en forma de restricciones, ahora ya no sería necesario, ya que nuestro nivel de ingresos pasivos será suficiente para mantener un buen nivel de vida, sin trabajar y sin tener que renunciar al nivel de vida de nuestro país de origen.
Etapa 7: llevar a cabo el retiro de nuestros sueños
Solo tienes que cerrar los ojos desde el peldaño en el que te encuentres de esta carrera hacia la libertad e imaginar: «¿Cómo sería el retiro de mis sueños?».
No deberías reprimirte. Piensa en aquel estilo de vida que más te gustaría mientras tienes suficiente dinero y te lo puedes permitir. ¿Es vivir viajando una prioridad? ¿Tal vez prefieres dedicarle el 100 % de tu tiempo a tu familia, a tus amigos o a otros sueños? ¿Te gusta el lujo, los hoteles y los restaurantes caros y viajar en primera clase?
Un retiro dorado te podría ofrecer todo esto, o tanto como tus estándares de felicidad pudieran requerir.
Etapa 8: acumular más riqueza de la que nunca podrías gastar
Y por fin llegamos a la última etapa en la escalera de la libertad financiera. No obstante, este último peldaño está reservado a muy pocos elegidos. Podemos pensar en algunos de los empresarios más ricos del mundo, herederos de auténticas fortunas de familia o personas de niveles económicos similares.
¿Puedes imaginarte en esta fase, habiendo gastado dinero en múltiples mansiones, aviones privados o islas, sin que tu economía se resintiera lo más mínimo? Claro, por eso he especificado que esta etapa es tan solo para unos pocos elegidos. Algunos de ellos, probablemente, dedicarán su patrimonio a la filantropía y dejarán herencias millonarias a distintas causas benéficas tras su muerte.
Y estos han sido las 8 etapas de la libertad financiera. Espero que su conocimiento te sirva para motivarte en tu largo camino a través de ellas. ¿En cuál de ellas te encuentras? Ahora, cierra los ojos y piensa… ¿dónde te ves de aquí a 5 años? ¿Y a 10 o a 20?