La libertad financiera… Ese sueño dorado, ese retiro soñado o esa ilusión que para muchos resplandece allá en la lejanía, casi de forma etérea, pero que no es tan abstracta como pueda llegar a parecer. Es más una meta concreta con unas reglas muy claras que se deben seguir de manera estricta y prolongada en el tiempo para lograrla. Sí, vamos a hablar sobre cómo conseguir la libertad financiera, una empresa tan difícil como posible.
Conseguir la libertad financiera no es una tarea sencilla o rápida
Normalmente, se suele usar una escalera como representación alegórica para referirse a la ardua tarea de cómo conseguir la libertad financiera, como representando el sudor y el esfuerzo necesarios para alcanzar un logro de tal magnitud. Y me parece muy acertada esa representación. Sencillamente, porque elimina de raíz la idea de que tal meta se logra con procesos de ganar dinero de forma rápida y sin sacrificios.
Y aunque hay excepciones, la libertad financiera requiere de gran esfuerzo, sacrificio, inteligencia y mentalidad a largo plazo, y más aún si se empieza desde cero.
Los 3 pilares + 1 de la libertad financiera
Cuando se habla de cómo lograr la libertad financiera, a mí me gusta hablar de tres pilares básicos sin los cuales no se pueden tener los cimientos para poder llegar lo más lejos posible. Y no son sino el trabajo, el ahorro y la inversión, tres poderosos elementos que combinados con diligencia y buen criterio pueden hacer magia juntos. Son la verdadera gallina de los huevos de oro, y por lo tanto, hay que cuidarlos y cultivarlos como a un tesoro.
En realidad podemos enfocarnos en ellos como en tres etapas distintas y secuenciales. Es decir, para ahorrar hay que trabajar, y para invertir hay que ahorrar. Y lo bueno es que cuando la maquinaria ya está en marcha estos tres elementos pueden funcionar de manera simultánea, y tan bien o mejor que el más preciso de los relojes suizos.
El trabajo y la educación, los cimientos de la libertad
Probablemente, la fuerza más desprestigiada de nuestros días, el trabajo parece haberse convertido en una actividad que hay que evitar a toda costa porque lo primero que tenemos que hacer es perseguir nuestros sueños, despedir a nuestros jefes y cosas por el estilo… pero yo digo que no es así.
El trabajo puede ser un mal menor si es que no se está en sintonía con el mismo, pero no deja de ser la primera piedra de nuestra edificación hacia la libertad financiera. El trabajo es el primer peldaño de nuestra escalera, el que nos dará seguridad y cimientos fuertes para lograr nuestro propósito. El tema está en que cada cosa debe llegar a su tiempo: primero hay que servir a la sociedad, ser pagados por ello, y luego buscar la libertad.
Y la cuestión es tan clara como obvia: cuanto mejor remunerado sea nuestro trabajo más herramientas vamos a tener a nuestro favor para lograr la libertad en menor tiempo. Esto es matemática pura.
Hay muchas formas de trabajo, pero para llevar a cabo cualquiera de ellas vamos a necesitar unas habilidades que tendremos que aprender, bien sea a través de la educación reglada, con un oficio o con educación extraoficial. Así, podemos trabajar como:
- Empleado: probablemente, una de las formas menos deseadas hoy en día, pero la que te da menos dolores de cabeza.
- Freelance: te otorga libertad geográfica para viajar mientras trabajas, aunque de forma más inestable.
- Empresario: hacerte emprendedor es una de las mejores formas de generar los ingresos que necesitas para construir tu libertad. Eres tu propio jefe y tú tomas las decisiones, aunque al principio trabajarás las 24 horas y necesitarás invertir.
Sea cual sea la forma que elijas para ganar dinero y construir la base de la estructura económica de tu vida, debes cuidarla como un tesoro. Especialmente al principio. Y aunque sueñes con que algún día dejarás de trabajar, disfruta pensando que gracias a tu empleo podrás ser libre algún día.
Eso sí, como hemos visto, este tan solo es el primer peldaño de la escalera, y debe servir para dar el paso a los siguientes, sin los cuales, nunca serás libre económicamente.
El ahorro, la maravillosa fuerza silenciosa
Si el trabajo es la fuerza más desprestigiada de nuestro tiempo, el ahorro es, probablemente, la más infravalorada. Y lo cierto es que la libertad financiera no se puede concebir sin una poderosa estrategia que lleve al ahorro a su máxima expresión posible.
Ahorra, al menos, la mitad de tu sueldo
Mucha gente habla de la regla del ahorro del 10 % del sueldo, pero eso es, a todas luces, absolutamente insuficiente para lograr la libertad financiera. Tienes que ahorrar más, muchísimo más.
Y no podemos olvidar que el ahorro es aplicable a todos los niveles, ya que tener unos ingresos elevados no importan cuando se gasta demasiado.
Debes intentar ahorrar todo lo que puedas, al máximo, porque de lo contrario nunca vas a lograr la libertad.
Vivir con lo justo durante unos años
Aquí desarrollaremos un enfrentamiento frontal con nuestro estilo de vida, pero no nos quedará más remedio que elegir: ¿qué preferimos, vivir mejor a cambio de atrasar nuestra libertad o sacrificarnos unos años por la misma viviendo peor?
Sé que la respuesta no es fácil, pero la decisión que tomes condicionará por completo tus aspiraciones de libertad. La regla es clara: cuanto más sacrifiques de tu estilo de vida, antes serás libre, y no será fácil.
Todo esto puede suponer, por poner unos ejemplos, vivir en una casa más modesta, renunciar a un coche propio o a un smartphone caro, cocinar en casa o renunciar a viajes. ¿Estás dispuesto a hacerlo? ¿Cuánto tiempo puedes sacrificar así? ¿Cuánto te importa tu libertad?
Elimina las deudas
Otro pilar absolutamente fundamental para ir construyendo los peldaños de la escalera es la eliminación por completo de nuestras deudas. No hay más que preguntarse: «¿Cómo voy a construir algo duradero si destruyo mi esfuerzo de todo aquello que gano trabajando y ahorrando?».
Las deudas son un lastre tan grande que el barco que te lleva a tu libertad nunca zarpará si no se deshace de ellas.
Hay varias técnicas para cancelar las deudas, pero requieren de un compromiso muy serio por nuestra parte.
- Por ejemplo, la estrategia de la bola de nieve sugiere que primero cancelemos aquellas de un importe menor aunque tengan mayor diferencial.
- Otras estrategias recomiendan cancelar primero aquellas deudas de alta tasa.
- Si te endeudaste por una casa, ¿la puedes vender a un precio razonable? ¿Y si alquilas alguna habitación para ayudarte a pagarla?
Sea cual sea la estrategia que elijas, no olvides que mientras tengas deudas no serás libre (a menos que tus ingresos sean realmente mucho mayores, en cuyo caso las deudas serían un lastre).
Puedes consultar más estrategias para empezar a ahorrar dinero que yo mismo uso habitualmente.
La inversión, la vía para apalancar tu libertad
Si hemos llegado hasta aquí, con un trabajo y un sistema de ahorro, habremos subido dos peldaños de la escalera de la libertad, pero si nos quedásemos a ese nivel, no dejaríamos nunca de seguir inmersos en la carrera de la rata para siempre, por lo que es necesario que demos un paso más allá.
La inversión es una gran desconocida para la gran mayoría de la gente, pero es la única herramienta que puede convertir tus ahorros en riqueza.
«La inversión es la única herramienta que puede convertir tus ahorros en riqueza».
Es necesario entender que ahorrar está muy bien, pero practicar esa virtud, por sí sola, no sirve para nada. Solo tienes que pensar, por ejemplo, en el hecho de que el dinero almacenado en un banco pierde valor cada año por el efecto implacable de la inflación.
Y a pesar de que la inversión suele ser temida por mucha gente por el riesgo que implica, no hay duda de que lo mejor que podemos hacer con nuestro dinero es ponerlo a trabajar.
¿En qué invertir?
Esta es una buena pregunta. Y aunque existen muchísimas estrategias de inversión, lo primero que quiero dejar claro es que debes tener visión a largo plazo. Vamos a ver algunas formas.
Armar una cartera diversificada
Una de las formas más habituales de inversión suele contar con una cartera diversificada en acciones, materias primas, bonos y metales. Para ello, podemos usar la regla del 100, que consiste en restarle al número 100 tu edad, y el resultado es el porcentaje de tu cartera que debería tener acciones. Por ejemplo:
- Una persona de 20 años: 100 – 20 = 80. Debería tener un 80 % de su cartera en acciones.
- Una persona de 60 años: 100 – 60 = 40. Debería tener un 40 % de su cartera en acciones.
Una manera de armar esta cartera de forma muy sencilla y pasiva es a través de la inversión en varios ETF, de la misma forma que lo hacía el exitoso inversor Ray Dalio con su estrategia de «las cuatro estaciones».
Esta estrategia está muy bien para determinados momentos y, sobre todo, si se quiere tener un equilibrio entre riesgo y rentabilidad. Por eso, yo la recomiendo más a personas que ya tienen cierto patrimonio, porque de lo contrario este va a crecer, por lo general, lentamente. No obstante, yo la considero una forma de armar una cartera de inversión bastante sensata.
La bola de nieve de los dividendos
Otra estrategia que me gusta mucho es la de vivir de dividendos dedicando un 100 % de tu cartera a acciones que estén a buen precio y repartan un dividendo creciente. Para este fin, suelen incluirse empresas de gran capitalización que vengan repartiendo un dividendo cada vez mayor durante los últimos años.
Los beneficios (en este caso, los dividendos) se irán reinvirtiendo e irán formando un efecto de bola de nieve con el interés compuesto que harán que nuestro patrimonio neto vaya creciendo cada vez más. Por supuesto, es necesario ir invirtiendo cada mes todo lo que se logre ahorrar.
Esta estrategia me gusta bastante para todo tipo de inversores y, aunque es especialmente adecuada para aquellas personas que ya tengan un patrimonio grande porque podrán vivir del dinero pasivo que les generen los dividendos, no es menos cierto que quienes empiecen desde cero pueden beneficiarse de ella. Eso sí, para ello necesitarás ahorrar bastante cada mes y mirar a largo plazo, porque de lo contrario tu dinero crecerá muy lentamente.
Esta estrategia es un exponente perfecto del impresionante efecto de la acción de trabajar + vivir con lo justo + ahorrar + invertir + reinvertir beneficios + largo plazo, y repetir el proceso constantemente.
En cualquier caso, si eres muy joven también es una gran estrategia para ti si eres capaz de centrarte en el largo plazo. Por lo que a mí respecta, me parece otra estrategia de inversión bastante sensata, sobre todo si eres capaz de determinar cuándo una acción está cara y cuándo está barata.
Inversión en acciones de gran capitalización
Esta estrategia puede otorgarte buenos retornos a tu cartera. Consiste en invertir en las empresas más grandes del mundo que tengan buenas perspectivas de futuro y buenos resultados empresariales. Si además presentaran un buen análisis técnico estaríamos en grandes oportunidades de inversión.
Hay muchos inversores que se dedican a invertir en este tipo de acciones en los momentos de crisis, que es cuando están más baratas. Buenos ejemplos de ello serían las crisis de 2008 o la del 2020.
Si sabes cuándo invertir en este tipo de empresas también son una buena estrategia de inversión, aunque hay que tener cuidado porque al ser muy golosas suelen cotizar a altos precios.
Inversión en bitcoin y criptomonedas
Una inversión muy válida para acelerar todo el proceso es la inversión en criptomonedas. Y, aunque yo solo recomiendo invertir en Bitcoin, no deja de ser un método de inversión de gran volatilidad, con lo que puede no ser adecuado para todo el mundo.
Especialmente, hay que estar familiarizado con los ciclos del mercado de Bitcoin e invertir a largo plazo en uno de los ciclos de acumulación (es decir, después de un ciclo bajista), para aprovecharse de la subida.
El problema es que mucha gente se suele subir al tren de bitcoin cuando ya, probablemente, está demasiado caro y al final de un ciclo alcista, con lo que se puede comer toda la bajada. No obstante, si eres capaz de invertir a muy largo plazo yo estoy convencido de que bitcoin será una gran inversión de futuro (¿5, 10, 20 años?).
Sin embargo, no te puedo recomendar que dediques un alto porcentaje de tu dinero a las criptomonedas, por lo que, simplemente, te diría que incluyeses un pequeño porcentaje que, si te da rendimiento, acelerará tu libertad.
El swing trading y el day trading
El swing trading es otra forma de inversión más activa que requiere unos conocimientos más avanzados. Como digo, requiere de parte de tu tiempo, y no puede hacerlo cualquiera. Al menos, yo recomiendo tener buenos conocimientos técnicos para llevarlo a cabo. Te puede ayudar a aprovechar buenas oportunidades del mercado, pero requerirá que antes te hayas formado en análisis técnico.
En cuanto al day trading, es una actividad que no te recomiendo. Mientras que el swing trading va a requerir algunas horas de tu tiempo a la semana, el day trading hará del trading tu forma de trabajo diario. Y esto yo lo veo demasiado arriesgado.
¿Por qué no dedicar mejor tu tiempo a obtener una fuente segura y estable de ingresos que en una especie de casino? Sinceramente, lo veo muy arriesgado para la mayoría de la gente y no como el camino a seguir con unos cimientos estables. Y todo ello sin contar con que es muy probable que pierdas tu dinero.
En definitiva y, hagas lo que hagas, no olvides que esta solo es mi opinión.
Como ves, hay muchas estrategias de inversión que pueden ayudar a que tu dinero acabe generando más dinero por el simple hecho de tenerlo invertido. Sin embargo, aquí solo he tocado unas pocas y, como te puedes imaginar, hay muchísimas más.
Crea activos y genera más ingresos
No quería acabar este artículo sin mencionar el cuarto peldaño de la escalera de la libertad financiera: la creación de activos.
Una opción para lograr la libertad financiera es seguir estrictamente los 3 pilares descritos más arriba durante unos años, que serán variables dependiendo de muchos aspectos dependientes de la situación de cada persona.
Pero más allá de estos 3 pilares, adicionalmente, otra de las herramientas que puedes usar para aumentar tus ingresos y acelerar tu libertad financiera es la de crear activos.
Ya sabes, crea una empresa, escribe un libro, monta una tienda, establece un negocio online, etc. Hay muchísimas formas de crear activos en nuestros días, aunque te aseguro que cada una de ellas requerirá gran parte de tu trabajo y atención.
Eso sí, cuando estos activos ya no requieran de mucha atención de tu parte y se hayan convertido en un ingreso semipasivo… ahí te darás cuenta de lo importantes que son.
Así que, mi último consejo es ese: crea activos, genera más ingresos y diversifica tu estrategia.
Conclusiones sobre conseguir la libertad financiera
Hemos visto los 3 pilares fundamentales de la libertad financiera, que son el trabajo duro, tras adquirir unos conocimientos; el ahorro extremo y un estilo de vida frugal; y la inversión a largo plazo.
Finalmente, te he recomendado la creación de activos como una buena forma de diversificar tus ingresos y acelerar tu proceso de libertad.
En mi opinión, este camino puede ser frustrante y, desde luego, no adecuado para la gran mayoría de la gente. Pero ¿te imaginas después de unos años de duro sacrificio viviendo del dinero que generan tus inversiones? Te aseguro que no es imposible, aunque no sé si estarás dispuesto a alcanzar tu libertad. ¿Lo estás?