¿Son tan seguros como lo eran aparentemente hace años? Merece la pena confiar tus ahorros a estas instituciones? Hoy vamos a hablar de por qué deberías sacar tu dinero del banco para proteger tu capital, tu futuro y dormir más tranquilo.
Pero antes, te recomiendo: cómo lograr la libertad financiera.
El desprestigio de los bancos
Hace años que los bancos sufrieron un gran varapalo que afectó a la situación de prestigio que vivían en el pasado. Y el caso es que se lo ganaron a pulso. Si la gran crisis del 2008 y los años siguientes fue tan dura, en gran parte fue por culpa de ellos. Abusos, prácticas poco éticas y descontrol sin escrúpulos llevaron a muchos a la quiebra, al tiempo que muchas personas de todo el mundo perdían su vivienda o sus ahorros.
Contrariamente, antes de este suceso los bancos gozaban de un gran prestigio en muchos países (salvo casos puntuales), y los ciudadanos tenían la certeza de que tener el dinero en el banco era la única opción posible para salvaguardar sus ahorros. Con los años, afortunadamente, la llegada de la tecnología a logrado traspasar fronteras y ahora podemos enviar nuestro dinero a distintas partes del mundo con bastante facilidad.
Por qué deberías sacar el dinero del banco
Antes de nada, no quiero decir tampoco que no debas tener dinero en ningún banco, ya que si eliges bien el país (o países), tu dinero puede estar muy protegido. Lo que sí te quiero hacer llegar es que tu capital, en tu país de origen, y en un único banco, genera una situación de desprotección que deberías evitar todo lo posible.
Y dicho esto, vamos a ver algunos motivos por los cuales tener tu dinero en el banco de toda la vida no es tan seguro como quizá puedas llegar a pensar, y tenemos motivos muy diversos para ello y, en mi opinión, cruciales.
Protección de activos
El primer motivo de todos no está tan relacionado con la posible mala gestión interna de un banco sino con la de poner tu dinero fuera de las garras de un solo país. Y aunque te pienses que tu dinero puede estar a salvo en el banco, piensa por un momento qué pasaría si los gobernantes decidieran implementar una ley que prohibiera sacar cualquier cantidad de dinero al extranjero o que, en un momento dado, se te acusa de algún delito que no hayas cometido y se te embarga tu cuenta. La cosa cambia, ¿no?
Ahora, imagina cualquier otra cosa que se te venga a la cabeza y dime si no tienes motivos para pensar que es más arriesgado tener el dinero en un país con un estado «tendencioso» que tenerlo fuera de las garras del mismo. Y esto no tiene nada de ilegal ni de inmoral, simplemente, estás valorando proteger tus activos (que tanto te costó ganar) ante posibles riesgos, ni más ni menos.
Evitar corralitos
Otro caso de película de terror se puede producir cuando la gestión económica de un país es tan catastrófica que se produce un hundimiento tan grande que el estado impide a los ciudadanos sacar el dinero de sus cuentas bancarias para evitar que la economía colapse. Y, por desgracia, los hermanos argentinos vivieron una pesadilla al respecto en el año 2001, aunque no es el único caso reciente, pero sí el más conocido. Que se lo digan a los ecuatorianos, que en 1999 vivieron una situación parecida con el feriado bancario.
Espera. Quizá estés pensando que algo así no podría ocurrir en Europa u otros países desarrollados. Pues te equivocas, porque en Chipre también tuvieron su corralito (aunque no con tan desastrosas consecuencias), donde los clientes que tenían dinero en los bancos tuvieron que pagar con su dinero las deudas públicas contraídas por los gobernantes por su mala gestión, tal y como ordenaron la Unión Europea y el FMI.
Devaluación de la divisa
Muy relacionado con el punto anterior es el fenómeno de la devaluación de la divisa. Imagina tener toda tu confianza puesta en las instituciones de tu país de origen y en los bancos. Piensas que tu dinero está protegido y que no puede estar guardado en mejor lugar y, de un día para otro, el valor de tu patrimonio se reduce a la mitad, a una quinta parte o a escenarios aún peores. Sí, tu gobierno es capaz de algo semejante, y la historia está llena de ejemplos.
En Argentina, el valor del peso estaba equiparado al del dólar de los Estados Unidos y, tras el corralito, se devaluó tanto que se arruinó la vida de millones de personas. En Ecuador, los ciudadanos vieron perder su poder adquisitivo tras ser estafados por los bancos y su propio gobierno. Y, aunque en España el euro impone cierta estabilidad, no es imposible que una salida del mismo provocara cualquier escenario catastrófico.
Además, contamos con otro tipo de escenario de devaluación. En este caso, tener todo tu capital en una sola divisa y almacenado en un solo país, también presenta una situación de riesgo que deberías evitar. Piensa, por ejemplo, en el caso de Venezuela, cuya moneda ha sufrido una de las mayores devaluaciones que se recuerdan. Y no hace falta llegar a casos tan extremos, ya que todas las divisas fluctúan, por lo que te puede ayudar poseer ciertas cantidades en divisas distintas, especialmente euros y dólares.
Inflación
Por si no fueran suficientes los motivos expresados anteriores para sacar tu dinero en el banco (o diversificarlo), hablemos de uno de los motivos más importantes para mí: la inflación.
El hecho es que no hace falta que tu país se vea envuelto en una crisis tan grande como la de Venezuela para sufrir inflación, ya el valor del dinero FIAT es menor cada año que pasa. Estas divisas, al estar basadas en deuda y depender de gobiernos y bancos centrales para su impresión, pierden valor por la propia inclusión de nuevo dinero al mercado, por lo que tener todo tu patrimonio en forma de dinero en el banco tendrá como resultado una pérdida continua de poder adquisitivo.
Ante este panorama, lo mejor que puedes hacer es invertir, ya sea en acciones o en otros activos, como el oro o el bitcoin.
Diversificación
El último motivo que quiero mencionar es el de la diversificación. Tratar de salir de la idea de que tener todo en un mismo sitio y que otros lo están protegiendo bien por ti es más que necesario. Probablemente, tus activos pueden estar mejor protegidos si se encuentran en distintos países con bajo nivel de deuda y en instituciones de primer nivel. E incluso en este escenario, es más que deseable procurar que estén bien diversificados, para que un hipotético evento no deseado no produzca daño real a nuestra estabilidad económica.
Y hasta aquí mis motivos. ¿Tienes tú otros o quizá opinas lo contrario que yo? ¿Te ha gustado el artículo? Déjame tu opinión con un comentario. Un abrazo.